Sobre el tema de los pedos vaginales existe mucho mito que te vas encontrando a lo largo de tu vida, sobre todo cuando tu experiencia sexual aún no tiene una larga trayectoria. Como concepto está presente en la consciencia cultural. Pero, como todo lo basado en lo que dicen los demás, es pasajero.
La experiencia y sobre todo el recorrido vital como persona van disminuyendo tanta “leyenda”
quedándose muchas veces en un mero chiste o momento gracioso que
con un poco de “baile” inteligente en tu cabeza puedes convertir
en una situación símpática y real que te acerque a tomarlo como lo
que es.
Algo natural.
Me explico. Seguro que lo terminarás
entendiendo.
Y cuando seas capaz de bailar ante una mala noticia y contar un problema como algo gracioso, habrás aprendido a vivir.
Chamalú
¿Qué es un pedo vaginal?
El llamado pedo vaginal no es más que
la liberación de aire desde la vagina, siendo en la mayoría de los
casos un acto involuntario. La morfología de la vagina
favorece que el aire quede atrapado y cuando se libera dicho aire
sale un “pedo” o sonido.
Los pedos vaginales en general se
producen cuando los músculos alrededor del órgano reproductor está relajado permitiendo la entrada de más aire. No es
necesario que haya penetración, ya que también puede acontecer
durante el dedeo y el sexo oral pero el caso más común es durante la penetración.
Nadie debería de extrañarse ante ellos,
distintos ejercicios en el deporte (por ejemplo las sentadillas) o
diferentes posturas de yoga (como la posición del perro boca abajo)
causan también muchas veces estos pedos vaginales.
Conclusión: son sólo aire que entra y
sale de un espacio. Algo completamente normal y una función natural
del cuerpo, alejada completamente de malos olores.
¿Qué no es un pedo vaginal?
Un poco ya te he respondido al final del apartado anterior.
No está relacionado con gases estomacales, gástricos ni nada parecido. Tampoco es sinónimo de tener poca higiene.
Esa reacción que puede tener alguna persona al verse sorprendida en pleno acto sexual por este sonido no es más que eso. Una reacción ante algo que nos alarma durante un segundo y que nuestra mente accidentalmente asocia a lo primero y más familiar que se le viene a la cabeza.
Lo más importante es que tengas una comunicación abierta con tu pareja sexual para que no te sientas mal y tampoco una equivocada reacción en el otro o tuya pueda bajar autoestima o confianza, ante algo absolutamente normal.
¿Cual es su causa?
He mencionado que los pedos
vaginales se presentan con mayor frecuencia durante el acto sexual (sobre todo con penetración) y en determinadas posiciones pero no es
una regla.
Se puede ayudar a que estos pedos
vaginales ocurran en otras situaciones como al abrir mucho las
piernas al hacer ejercicio o incluso practicar danza.
También pueden presentarse a causa de
una perdida de masa muscular en las paredes vaginales que se estiran
y contraen ayudando a que entre el aire. Esta perdida de musculatura
se da en muchos casos en mujeres que han pasado varios partos o las
que pudieron tener alguna enfermedad que les provocará una bajada
de peso importante.
¿Puedo evitar un pedo vaginal?
Te voy a responder fácil y sencillo, al estilo de mi tierra.
¿Tu puedes evitar un estornudo?...
No te voy a engañar hay distintas
tesis sobre esto pero ninguna asegura definitivamente que se acabe
con los llamados pedos vaginales. No existen milagros y menos a corto
plazo.
Lo que si existe y de una manera
generalizada, a más largo plazo, es el consejo de la realización de una serie de
ejercicios para fortalecer o tonificar los músculos de la zona pélvica. Los
más conocidos y recomendados son los llamados ejercicios de Kegel.
Otras recomendaciones que existen para evitarlos o reducir los sonidos, por lo menos en intensidad, en el momento de las relaciones sexuales pueden ser: probar otras posturas sexuales en el acto que no involucren tanta entrada de aire en la penetración, reducir el bombeo de aire reduciendo velocidad con movimientos más sutiles y delicados o usar lubricante a base de agua (esta quizá sea la mejor opción).
¿Los ejercicios de Kegel evitan los pedos vaginales?
En principio los ejercicios de Kegel
nacieron para ayudar a fortalecer los músculos del suelo pélvico.
Lo que puede acarrear como consecuencia de la realización de estos
ejercicios es que al fortalecer los músculos de tu pelvis, tu vagina deja menos espacio para la retención en su interior del aire que puedas
introducir principalmente en el acto sexual.
¿Para qué es bueno el ejercicio de Kegel?
Primero debo mencionarte que el suelo
pélvico esta ubicado en la cavidad inferior del abdomen, compuesto
por músculos, fascias y ligamentos que sujetan los llamados órganos
pélvicos como recto, vejiga, uretra, útero y vagina ayudando a su
funcionamiento normal.
Los ejercicios de Kegel nacieron para
trabajar y fortalecer todo el suelo pélvico.
Los importantes beneficios que puedes
alcanzar realizando los ejercicios de Kegel son: evitar pérdidas de
orina, evitar prolapsos genitales, recuperación de un parto, de una
cirugía ginecológica, , durante la menopausia previene las
disfunciones del suelo pélvico derivadas de cambios hormonales,
mejora la percepción que la mujer tiene de sus genitales, e incluso
en mujeres puede incrementar la intensidad del orgasmo al tonificar
la musculatura del suelo pélvico con unas relaciones sexuales más
placenteras y en el hombre mejora la calidad de su erecciones así
como retrasa el momento de la eyaculación.
¿Cuando debo practicar los ejercicios de Kegel?
Los ejercicios de Kegel se pueden
realizar en cualquier momento estando uno sentado o acostado. Puedes
estar realizando otras funciones como comer, conducir, escribir en
un escritorio, tumbado en el sofá descansando o simplemente mirando
una peli en la tele.
Lo que nunca, nunca debes hacer es
realizarlos si sientes cualquier tipo de molestia o dolor. En el caso
mencionado, acércate a visitar a tu doctor o médico de cabecera para comunicárselo.
¿Cómo realizo los ejercicios de Kegel?
He realizado una mini-guia en pdf que
te puede ayudar. Más abajo te dejaré el enlace para que te la
puedas descargar.
De todas maneras te explicaré de una
forma breve en palabras como hacer el ejercicio de Kegel y dejaré un
video de YouTube relacionado para que todo sea más visual y fácil
para ti.
En primer lugar lo más aconsejable es encontrar el músculo pubcoxígeo. Este músculo que hay que ejercitar es el que se contrae para detener la salida de orina. Si te cuesta identificarlo, intenta mientras miccionas (orinas) detener el flujo. Al hacerlo una o dos veces al día terminarás por identificarlo.
Una vez reconocido el músculo podemos
comenzar el ejercicio de Kegel. No dudes, una vez cogida la técnica,
en repetirlo asiduamente para conseguir unos resultados óptimos.
Paso 1. Primero nos sentamos en la cama
o una silla, separamos ligeramente las piernas y ponemos las manos en
las rodillas. Así conseguimos relajar el suelo pélvico.
Paso 2. Inclina la parte superior del
cuerpo hacia delante. La espalda debe estar sin apoyarse en ningún
respaldo e inclinada un poco hacia delante.
Paso 3. Contraemos el suelo pélvico.
Debemos de intentar hacerlo con la máxima intensidad posible sin
llegar a sentir dolor.
Paso 4. Mantenemos la tensión de la
contracción durante unos segundos para que poco a poco el músculo
se fortalezca.
Paso 5. Después de unos segundos de
haber mantenido la contracción y tensión en el músculo, lo
relajamos como si este respirara y soltará aire. Debemos repetir
esto varias veces seguidas todos los días.
Este ejercicio también se puede
realizar de forma “inversa”. Es decir, como ejercicio de Kegel
inverso.
Paso 1. Relajamos el músculo
pubcoxigeo.
Paso 2. Tumbados con la espalda pegada
al suelo y las piernas flexionadas y un poco abiertas, pies tocando
el suelo. Contraemos el músculo pubcoxigeo a la vez que hacemos
fuerza con la pelvis elevada.
Paso 3. Mantenemos la tensión unos
segundos y pasamos a la posición de relajación repitiendo un mínimo
de 10 veces.
¿Cuando si y cuando no debo realizar los ejercicios de Kegel?
Debemos, por supuesto, tener precaución al realizar un ejercicio o terapía para nuestra
salud.
Es fundamental, ya lo he dicho antes,
si sientes algún tipo de dolor o molestia al realizar estos
ejercicios, dejarlo inmediatamente.
Una vez has aprendido a hacer el
ejercicio de Kegel no lo practiques en el momento que estés
orinando, por lo menos no hacerlo más de dos veces al mes porque según los especialistas, hacerlo mientras orinas, podría debilitar
con el tiempo los músculos del suelo pélvico y perjudicar a la
vejiga y riñones.
Debemos de tener cuidado y no hacer
incorrectamente este ejercicio o con demasiada fuerza, sobre todo las
mujeres, porque puede acarrear que los músculos vaginales se tensen
demasiado causando dolor en la relaciones sexuales.
Si realizas los ejercicios de Kegel de forma regular pueden pasar varias semanas o meses para ver o
notar algún efecto positivo, como por ejemplo en los casos de perdida de orina para que ésta disminuya. Si quieres seguir obteniendo beneficios incorpora los ejercicios de Kegel como parte de tu rutina diaria.
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